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​INVESTIGACIÓN

Por Sofía Boer y Sofía Gugliotti

De un lado se encuentra el Sector Industrial Planificado de Almirante Brown que con 565 hectáreas y 210 empresas en operación es sinónimo de progreso, desarrollo económico y trabajo para el municipio. Del otro lado El Hornero, La Cumbrecita y Almafuerte tres barrios de la localidad de Burzaco en donde familias desamparadas soportan en sus día a día olores nauseabundos, humos contaminantes, carecen de asfalto y agua corriente, y luchan contra diversas enfermedades producto de la contaminación generada por el Sector Industrial. Dos caras de una misma moneda, en donde unos se benefician económicamente y otros sufren el horror producto de las negligencias de las autoridades. 

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Buenos Aires, marzo de 2017.

“El Sector Industrial Planificado de Almirante Brown, ubicado en la localidad de Burzaco, al sur del Gran Buenos Aires, que agrupa tanto pymes como multinacionales, fue fundado en el año 1993 por el decreto de ley N° 10.119 impulsado por la provincia de Buenos Aires y firmado por Eduardo Duhalde. “En un principio en la zona había floricultores japoneses, el parque se extendió más de lo planificado y fue así como quedaron dentro tres barrios, en lo que hoy es uno de los polos más grandes de la provincia de Buenos Aires” comentó Miriam Niveyro -Concejal del PRO por Almirante Brown- quien durante su primera gestión en 2011 y actualmente mediante su equipo de trabajo del Concejo Deliberante realiza investigaciones vinculadas con la contaminación del municipio.

 

El polo industrial de Burzaco se rige por la ley N° 13.744, que establece las normativas para el funcionamiento de los Parques Industriales Provinciales; “Si bien las empresas cumplen con las reglamentaciones básicas para poder funcionar, desde el municipio no existe un control frecuente por lo que las industrias vierten sus desechos de producción sobre El Arroyo del Rey que bordea al Parque Industrial” explicó Miriam Niveyro. Sobre el tema Héctor Mazzei -miembro fundador del Foro Hídrico de Almirante Brown- comentó “Las industrias cuentan con las plantas de tratamiento necesarias para estar habilitas, sin embargo, desde el municipio se anticipa a las empresas cuando se realizarán los controles. Esta situación genera que las mismas sólo utilicen las plantas de tratamiento cuando se las inspecciona y en su operar diario los efluentes mediante el by pass son depositados sobre el arroyo”.

 

El municipio de Almirante Brown como tantos otros de la provincia de Buenos Aires se destaca por la falta de infraestructura “de aproximadamente 500 mil habitantes sólo un 20% cuenta con agua corriente y ni un 10% llega a tener cloacas”, explicó Mazzei. “Mediante el Plan Agua+Trabajo promulgado por el gobierno Kirchnerista se comenzaron a realizar las obras para obtener agua potable del Acuífero Puelche en Ministro Rivadavia (Partido de Almirante Brown), no obstante, la misma nunca se pudo utilizar porque estaba contaminada con altos niveles de arsénico”, sumó Niveyro.

 

Conscientes de la peligrosa situación que afronta el municipio, Mazzei junto con los miembros del Foro Hídrico, tomaron cartas en el asunto creando la figura del “Aguatero”. La misma consistía en llevar agua potable mediante AYSA a los hogares que no contaban con la misma, sin embargo, los vecinos han denunciado que se les terminaba cobrando por el servicio, sin cumplir con el objetivo que el foro se había plateado para ayudar a las familias.

 

Como es frecuente en estos casos son los vecinos quienes sufren las consecuencias de las negligencias de aquellos más poderosos. Abandono y carencia son las dos palabras que describen la cruda realidad de las familias de los barrios El Hornero, Almafuerte y La Cumbrecita, linderos al polo industrial de Almirante Brown, siendo así una población vulnerable que vive el horror de la contaminación en carne propia.

 

Uriel Vera Rojas, un niño de 10 años, que vive junto con su mamá Andrea y sus 4 hermanos en una humilde vivienda de chapa y madera ubicada en los alrededores del Parque Industrial, es uno de los tantos vecinos que padece las consecuencias de la contaminación. Desde pequeño las visitas con Uriel al hospital han sido algo cotidiano en la vida de Andrea; a su hijo se le producen en la piel forúnculos; granos; ampollas con agua y pus; y coágulos de sangre. Si bien en su domicilio no cuenta con las instalaciones de agua, obtenerla no resulta tan sencillo, ya que las veces que bebieron agua de las casas de sus vecinos tanto ella como sus hijos se descompusieron, sufrieron cólicos y dolores de estómago. La hora del baño de sus pequeños tampoco resulta una tarea sencilla ya que se tienen que bañar con agua potable que compran en una estación de servicio porque con el agua de la zona se les escama la piel. Son más de 10 remedios los que utiliza Uriel por sus enfermedades, los que son extremadamente costosos para Andrea quien vive en una situación de pobreza y tiene que sacrificarse día a día para poder alimentar y curar las patologías de su pequeño hijo.

 

Lucia, es vecina de Andrea, se mudó hace tan sólo un año a su vivienda de Burzaco en busca de un lugar mejor, pero las cosas no sucedieron como esperaba y al igual que Uriel vivió en primera persona el horror de la contaminación del municipio. Durante febrero de este año estuvo internada en el Hospital Lucio Meléndez de Adrogué, luego de haber bebido agua proveniente del bombeador de su casa. Los síntomas que presentó Lucia fueron dolor de estómago y orina con sangre, “no podía ni caminar, estaba muy sensible del estómago”, contó la joven. Luego de un mes fue dada de alta con 17 kilos menos, los médicos le prohibieron volver a tomar el agua de su casa planteando que está altamente contaminada.

 

“La mayoría de mis pacientes, niños y embarazadas, presentan enfermedades como forúnculos; diarrea; dermatitis; problemas respiratorios; bronquitis y gastroenteritis”, comentó Yanina Canale -médica obstetra en el Centro de Atención Primaria de La Salud, Unidad Sanitaria n°9 Vendramini, y vecina de la zona. Como cuentan los vecinos del lugar, ella al igual que otros médicos plantea que no puede establecer que las enfermedades de sus pacientes sean a causa del Parque Industrial, sin embargo, sostiene que en los últimos años las enfermedades dérmicas han aumentado considerablemente. La propia Yanina es vecina del polo industrial y al igual que sus pacientes no cuenta con agua corriente y tiene forúnculos en su piel.

 

La empleada administrativa del centro de salud, Rosa Melo, también vecina del Parque Industrial, comentó que si bien ella no tiene patologías gran cantidad de sus vecinos están enfermos. “Hace un tiempo se juntaron firmas por la contaminación generada por el Parque y se presentaron a las autoridades, pero no obtuvimos respuesta”, sostuvo Rosa.

 

​La contaminación del Sector Industrial fue más allá y en el año 2006 casi se lleva la vida de Gabriela Flores, en ese año fue diagnosticada con cáncer de colón. Gabriela es vecina de la zona y directora en la Escuela N° 59, ubicada en el barrio Almafuerte, “cuando me diagnosticaron cáncer los médicos me dijeron que podía deberse a la ingesta del agua de la zona” no obstante, ninguno se atrevió a firmar un aval, un certificado, que constatara que realmente esta había sido la causa, “los médicos me decían que no podían jugarse a semejante diagnostico porque no contaban con las pruebas exactas” contó Flores. Pero Gabriela ya era consciente de la contaminación del agua, un año antes de que le diagnosticaran su enfermedad, en el colegio se había realizado un análisis químico y bacteriológico del agua, el cual había determinado que estaba contaminada con compuestos metálicos.

 

Desde el año 2011, el Grupo Cepas Argentina cuya planta se encuentra en el Sector Industrial, apadrina a la institución, práctica muy común de las empresas contaminantes. “Hace dos años hicimos una visita junto con los alumnos a la planta en donde nos mostraron cómo se encargaban de los fluidos y cómo funcionaban las cámaras, reflejando así que técnicamente estaban en reglamentación” agregó Flores. Dentro del Parque Industrial está instalado otro colegio, los directivos del mismo nunca quisieron hablar, aunque existe el rumor de que el mismo recibe ingresos del Polo Industrial, “Se dice que la merienda de los chicos del colegio del Parque Industrial es mucho más ostentosa que la del resto de los colegios de la zona”.

 

Actualmente, Flores aún no tiene agua potable en su domicilio por lo que tuvo que realizar por cuenta propia una perforación a 72 metros de profundidad, para no arriesgarse ya que ella misma admite que no se arriesgaría a tomar agua de pozo nuevamente. Los olores continúan dijo Gabriela Flores: “hay días que se huele un olor fuerte en el patio del colegio, es como olor a gas”.

 

La ONG Green Peace consciente de la situación en el año 2010 realizó una investigación en donde las pruebas obtenidas demostraron que los compuestos que se encontraron en altas cantidades, generan enfermedades similares a la de los vecinos de Burzaco.

 

Los compuestos mortales que los vecinos tienen en su sangre son tales como, el triclosan; cobre; zinc; plomo; bencenos clorados; tricloroeteno; mercurio; vanadio; cadmio; entre otros. Lentamente y de manera dolorosa causan a los vecinos del Parque Industrial diversas enfermedades y patologías como: problemas en la gestación del feto; reacciones en el hígado; afecciones en tiroides y en el sistema nervioso central; irritación del tracto respiratorio y los ojos; anemia; lesiones cutáneas; jaquecas; cáncer; problemas gastrointestinales, cardiacos, renales, óseos y pancreáticos; hipertensión.

 

La Facultad de Ingeniería, de la Universidad Nacional de Lomas de Zamora, le arrojó a la Municipalidad de Almirante Brown, un resultado que sería relevante y haría tomar conciencia a las autoridades. Los resultados demostraron la presencia de cromo, cobalto, coliformes fecales, bario, arsénico, aluminio, cobre, mercurio, cadmio, cromo total, zinc, manganeso, hierro, compuestos fenólicos, hidrocarburos totales, cianuros, nitrógeno amoniacal, sustancias solubles en éter etílico, sulfuros, pH, y solidos sediméntales. Aunque las autoridades no tomaron ninguna medida para modificar la situación.

 

Los vecinos de la zona saben que el agua no se puede ingerir, por sus propios medios han realizado estudios mediante extracciones de diferentes sitios de sus casas.

 

​Cada cual en su casa extrajo agua de canilla, directa de napa o de pozo. El resultado fue, presencia de bacterias coliformes totales y fecales y Pseudomona Aeruginosa. Quedando así, terminantemente prohibido su consumo o bebida.

 

La vida de vecinos, maestros, médicos, alumnos, familias, debe ser lo primero que se encuentre en la agenda de las autoridades. El parque Industrial Burzaco seguirá siendo investigado y denunciado por las personas que sufren los diversos problemas, reacciones en el hígado, afecciones en tiroides y en el sistema nervioso central, irritación del tracto respiratorio y los ojos, anemia, lesiones cutáneas, jaquecas, cáncer, entre otros. La comunidad aledaña al parque espera que los gobernantes, frente a la gran cantidad daño que esta causando, comiencen a tomar medidas y actuar.​

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