PdI
Periodismo de investigación
INVESTIGACIÓN
Relleno sanitario de González Catán
Por Florencia Duré y Julieta Lizzi
Buenos Aires, marzo de 2017.
“Estas "cumbres" tóxicas, hechas de toneladas de basura y capas de tierra, pertenecen al centro de disposición final de residuos de la Ceamse, lugar donde van a parar los desechos de gran parte del conurbano bonaerense. Responsable de la contaminación del agua, de la tierra y del aire, que provocó un alarmante incremento de enfermedades como cáncer, leucemia o púrpura, por las que hasta el momento, según Diario La Izquierda, murieron más de mil personas, y muchas otras están afectadas, no solo vecinos sino los trabajadores al estar en contacto con la basura del relleno sanitario, además los cirujas o cartoneros que buscan recolectar dentro de las montañas de basura.
Son cerca de 36 barrios de la localidad de La Matanza los que están afectados por las contaminaciones de la Ceamse, algunos de los más perjudicados son el barrio Las Marías y San Enrique.
El ex intendente de La Matanza, Fernando Espinoza, había prometido el cierre del relleno sanitario para el 2015. Originalmente la planta debía cerrar en 1998, pero la clausura del complejo de Villa Domínico, debido al colapso ambiental que causó, hizo cambiar los planes y provocó que este depósito creciera inusitadamente en los últimos años, aunque en el 2016 al no cerrarse este relleno sanitario, volvieron a movilizarse los vecinos en reclamos por el cierre definitivo.
En 2004 el gobernador Felipe Solá, acorralado por las movilizaciones y las protestas de los vecinos, prometió el cierre definitivo de la planta para diciembre de 2005. Pero poco después las autoridades municipales y el gobierno provincial decidieron extender la utilidad del basural hasta el año 2010.
El relleno sanitario de González Catán sigue funcionando y, según una estadística publicada por Greenpeace el segundo semestre del 2014, recibió 3.781,5 toneladas de basura en noviembre, mientras que en diciembre la cifra aumentó a 48.591,8 toneladas de Residuos Sólidos Urbanos, lo que representa un aumento de más de 5.000 toneladas de basura de un mes a otro.
Nosotros venimos denunciando la problemática que vivimos en González Catán, en La Matanza, el tema que heredamos de la dictadura militar, el tema de la Ceamse, que es el enterramiento de los residuos y a partir de eso la generación de enfermedad y muerte, e hicimos un relevamiento socioambiental que tiene que ver con la salud, con el nivel de educación, con la vivienda, el trabajo y la infraestructura referida a los servicios", explicó Hugo Osores, integrante de Vecinos Autoconvocados de González Catán contra el relleno sanitario.
Los Vecinos Autoconvocados, una ONG barrial, iniciaron su lucha contra la Ceamse en 2003 y desde entonces han llevado a cabo diversas acciones.
La más antigua, según recordó Osores, fue una concentración el 3 de noviembre de 2006: "más de 8.000 vecinos marchamos hacia la puerta de la Ceamse, luego de que metieran presos a más de 25 vecinos cuando hicimos ese bloqueo importante, porque el intendente de ese entonces, Fernando Espinosa entendía que la basura acumulada por haber impedido la entrada de los camiones generaba un foco infeccioso a los vecinos de La Matanza, y podía provocar enfermedades como hepatitis. Nosotros en ese sentido hicimos una propuesta que es el tratamiento integral de los RSU (Residuos Sólidos Urbanos), separación en origen, recolección diferenciada, esto genera fundamentalmente trabajo para un montón de gente que no lo tiene, cuida la salud y el medio ambiente y genera una relación positiva con la naturaleza".
"No apta para consumo humano", así es catalogada el agua de González Catán, según las pericias hechas por Gendarmería, a raíz de la denuncia contra la Ceamse por contaminación ambiental realizada por Vecinos Autoconvocados en 2005, que luchan por el cierre del basural. Los líquidos lixiviados (el jugo de la basura) durante muchos años no fueron tratados y terminaron por contaminar las napas e inclusive a las personas que toman el agua.
El agua contiene cromo, partículas metálicas, cristalinas y algas. Hoy están enfermas personas que viven hasta diez o más cuadras de distancia del relleno. Por eso el juez Juan Pablo Salas, del Juzgado Federal Nº 3 de Morón, a cargo de la causa, aconsejó no utilizarla "ni para cepillarse los dientes", y ordenó a la Municipalidad de La Matanza y a la Secretaría de Política Ambiental de la provincia la provisión de agua potable a los barrios Nicole, San Enrique y Las Marías -los más cercanos a la planta- y a las instituciones y escuelas de la zona.
La vecina y corredora inmobiliaria Celia Frutos, de 45 años, explica claramente el tema del agua "no apta para consumo humano": los líquidos de la basura enterrada se escurren en las napas subterráneas y contaminan el aire y el agua y el resultado es que la gente se enferma. Ya se tienen contabilizados 1.200 casos de personas con distintas patologías como cáncer de todo tipo, leucemias, púrpuras, lupus, alergias respiratorias, alergias de piel, trastornos gastro-intestinales, trastornos respiratorios, asma, neumonía, hepatitis, distrofia muscular y tuberculosis.
Lo que más llama la atención es que son demasiados enfermos para un mismo lugar. Los peores casos, cuenta Celia, se dan entre personas que viven en los tres barrios que rodean al CEAMSE, inaugurado en 1979.
Por eso, los vecinos decidieron hacer una denuncia en la comisaría de González Catán, y así fue cómo lograron la apertura de la causa 2993 en el Juzgado Federal N°3 de Morón.
En esa causa se leen declaraciones de vecinos enfermos y también la de un perito de Gendarmería Nacional que dice, por ejemplo, que quienes estaban a cargo de la Ceamse el día de la inspección (13 de febrero de 2006) "se resistían a prestar colaboración para efectuar la toma de muestras". Y que "la muestra líquida de la toma del vuelco que efectúa la CEAMSE al arroyo Morales arrojó un exceso de Demanda Química de Oxígeno, aclarando que dicho resultado supera ampliamente los límites permitidos por la Ley conexa (963) a la Ley 24.051". También se lee un informe de la pericia hecha por el Instituto Nacional de Alimentos "del cual surge que el agua de pozo consumida en los domicilios donde se tomaron las muestras, en ninguno de los casos, son aptas para consumo humano". Se mencionan "partículas metálicas, cristalinas y algas". Un bioquímico, perito de la Gendarmería, corroboró estos datos.
La responsable de la Secretaría de Política Ambiental bonaerense el año pasado, Silvia Suárez Arocena, declaró irregularidades de la Ceamse: "cartas documento", "intimaciones", "falta de firmas de profesionales" y "errores". Además, aseguró que el relleno de Catán "sí afecta la calidad de vida de los vecinos, producto de un impacto visual, sonoro, los gases y aire saturado del tránsito de cientos de camiones", y aclara que "no posee agua potable, ni cloacas".
Las promesas del cierre definitivo de la Ceamse de Gonzalez Catán no se cumplieron. Entre reclamos desde el año 2003, denuncias, quejas por olores nauseabundos, acumulación de basura, enfermedades y hasta muertes por tomar el agua, suman 13 años de protestas iniciadas por la ONG "vecinos autoconvocados" que siguen sin respuesta.