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​INVESTIGACIÓN

​Ciudad de Buenos Aires

Comerciantes del barrio no cumplen las normativas vigentes para el transporte, conservación y venta de alimentos

Por Jessica Mariño y Sebastián Del Río

Pasaron 8 años desde que se iniciaron los reclamos por la falta de control en el Barrio Chino de parte de las autoridades del gobierno de la ciudad sumando a las múltiples denuncias relacionadas a diferentes infracciones cometidas por los empresarios del barrio. Los vecinos se sienten desprotegidos al ver como sus derechos son vulnerados y, en la actualidad, se muestran más preocupados debido a que el principal promotor de este shopping a cielo abierto, Yuan Jian Ping, pasó de ser un importante aportante del Pro a convertirse en legislador de la ciudad de Buenos Aires representando esa misma fuerza política.

 

Buenos Aires, 18 de diciembre de 2016.

“En la década de 1980 se establecieron numerosas familias de origen taiwanés en el barrio de Belgrano entre las calles Arribeños, Montañeses, Migueletes, Miñones, Artilleros, Cazadores y Dragones (actual Barrio Chino) de la Ciudad de Buenos Aires. Estas familias tenían un capital suficiente para instalarse en el país e iniciar emprendimientos comerciales. “Tuvimos una muy buena relación con las primeros inmigrantes que llegaron al barrio. Cada familia puso su propio negocio y lo atendían ellos mismos. La comunidad colaboró de diversas maneras a estos nuevos vecinos dándoles clases de castellano o ayudándolos a realizar trámites y obtener permisos”, manifestó Enrique Banfi, Presidente de la Asociación Civil Vecinos de Belgrano que en los últimos años ha sido víctima de aprietes y amenazas por sus denuncias realizadas contra los empresarios chinos radicados en este sector del barrio.

 

El actual Barrio Chino se ha convertido en uno de las zonas turísticas de la ciudad por su variada oferta de comercios y restaurantes de origen oriental. Desde su arco de acceso, ubicado en Juramento y Arribeños, donde se ubican tiendas y supermercados de productos alimenticios asiáticos, objetos de decoración y locales de manga y animé (historietas y dibujos animados japoneses). Sin embargo, este colorido paisaje contrasta con un abanico de irregularidades denunciadas por los vecinos.

 

Desde el año 2008 la junta vecinal y distintas asociaciones de Belgrano, han denunciado: la connivencia entre el Gobierno de la Ciudad y empresarios del Barrio Chino con la consecuente falta de control, la manipulación indebida de alimentos y la pérdida de la cadena de frío; y la indebida construcción de locales que exceden los tamaños permitidos por el Código de Planeamiento Urbano.

 

El 14 de noviembre del 2008 el actual legislador por el Pro, el Sr Yuan Jian Ping, a través de una carta se presentó como el titular de la Federación de Reunificación Pacífica de China en Argentina ante Juan Pablo Piccardo, Ministro de Ambiente y Espacio Público porteño de ese momento y actual Presidente de Subterráneos de Buenos Aires.

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Esta carta -a la cual tuvimos acceso exclusivo- anuncia que la Federación proveerá, instalará y se hará cargo del mantenimiento del actual arco que simboliza el ingreso al sector del Barrio Chino. Esto derivó en la creación del Expediente 49736/2008 que autoriza la colocación de la arcada y el cual nos fue facilitado por el Dr. Banfi.

 

El Gobierno porteño concedió dicha autorización sin verificar que la Federación de Reunificación Pacífica de China en Argentina nunca existió. Esto se comprobó cuando en mayo del 2009 la Inspección General de Justicia de la Nación otorgó a Enrique Banfi la reserva de denominación para el nombre de “Federación de Reunificación Pacífica de China en Argentina” asignándolo como representante oficial. Este documento nos fue proporcionado por el presidente de la asociación vecinal para comprobar dicho acto ilícito.

 

El sector fue dominado por empresarios y ya no por comerciantes y negocios familiares. Tras la investigación de Gustavo Veiga en Página 12 del 12 de octubre del 2015, se supo que Yuan Jian Ping se convirtió en legislador del Pro por la Ciudad de Buenos Aires porque fue un importante contribuyente de las distintas campañas del Pro cuando el actual presidente Mauricio Macri se postulaba para Jefe de Gobierno. Desde ese momento Banfi denunciaba la connivencia entre el Gobierno de la Ciudad y Ping para convertir ese sector en un shopping oriental a cielo abierto.

 

A raíz de este descontrol empresarial, en esa zona residencial comenzaron a aparecer olores putrefactos de alimentos vencidos. Los vecinos que viven en edificios contiguos a los supermercados y restaurantes empezaron a tomar fotografías donde se ve a empleados de supermercados preparando pescado en una terraza al aire libre al lado de un basural y en presencia de ratas muertas. Esto es una clara violación al capítulo 23 del Código Alimentario Argentino donde se establece cómo se debe llevar a cabo la manipulación de alimentos en un lugar higiénico, libre de bacterias, cerrado y en condiciones de correcta refrigeración.

 

La Agencia Gubernamental de Control de la ciudad de Buenos Aires clausuró  un supermercado ubicado en la calle Arribeños 2240 que funcionó durante años sin las habilitaciones correspondientes. El acta de clausura que obtuvimos gracias a los vecinos, describe la falta de higiene del local, el decomiso de alimentos en mal estado y la falta de libretas sanitarias del personal que por normas de la ciudad de Buenos Aires es obligatoria para todos los empleados que trabajen en servicios gastronómicos.

 

El 11 de diciembre del 2009, a través de una orden judicial, se allanó un restaurante de comida japonesa ubicado en la calle Mendoza 1658. En la parte de atrás se encontró un depósito clandestino y se decomisó grandes cantidades de alimentos vencidos en cajas cerradas. No fue proporcionada el acta de decomiso y ésta constata que se examinaron todos los productos comestibles, bebibles y materias primas (sueltas o envasadas) destinadas a ser vendidas.

 

Desde la Dirección de Seguridad Alimentaria de la Ciudad no supieron informar el destino físico de esta mercadería. Desde la Asociación Vecinal aseguraron ver cómo al día siguiente carritos llenos de cajas salían hacia los supermercados de la zona y esta regularidad fue denunciada e ignorada por las autoridades.

 

Durante el primer semestre del 2012 la Dirección General de Defensa y Protección del Consumidor de la Ciudad de Buenos Aires recibió 6325 denuncias que derivó en un operativo en el que se decomisaron 107 productos de los cuales 68 no tenían etiqueta que pudieran identificar su procedencia y 39 que estaban vencidos. Los comercios verificados estaban ubicados en las calles Arribeños, Juramento y Mendoza. Se aplicaron en total 602  multas por un valor de $2.406.680. En ese momento Eduardo Macchiavelli, Secretario de Gestión Comunal y Atención Ciudadana, manifestó: “Nuestra función es verificar que el comercio cumpla y lo que buscamos es cuidar a los vecinos con un trabajo permanente que nos permite prevenir posibles riesgos para la salud. Los vecinos tienen posibilidad de denunciar estos y otros casos en las Sedes Comunales”. Sin embargo, Banfi asegura que los controles fueron realizados  durante el día razón por la cual los inspectores no pudieron encontrar mayores irregularidades, mientras que las infracciones más importantes son cometidas durante la noche. Además, los controles son realizados esporádicamente solo cuando los vecinos amenazan con llamar a los medios de comunicación.

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En imágenes suministradas por los vecinos se ven camiones que durante la noche depositan cajas abiertas de pescado en basureros que luego será vendido a los clientes al día siguiente como comida fresca. Con esta acción se comete una grave infracción violando la Ley nacional 3131/2009 que regula el transporte de sustancias alimenticias y especifica el recorrido que se debe realizar para no perder la cadena de frío evitando la descomposición de los alimentos.

 

La Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) registró un incremento de entre 400 y 500 nuevos casos por año del Síndrome Urémico Hemolítico (enfermedad generada por la ingesta de alimentos en mal estado), según consta en la Ficha técnica n° 8 del organismo.

 

El Dr. Gonzalo Montero del Hospital General de Agudos “Dr. Ignacio Pirovano” explica que en los alimentos contaminados: “viven peligrosas bacterias llamadas echerichacoli (en algunas de su cepas) y la shigella, cuyas toxinas serían el principal causante del Síndrome Urémico Hemolítico en las personas que consumieran dichos alimentos, muy grave especialmente para los niños de entre 1 y 5 años”. Una vez que esta enfermedad ingresa al organismo las manifestaciones clínicas comienzan 3 a 4 días después, con dolores abdominales y diarrea acuosa que en los días siguientes puede progresar a diarrea sanguinolenta. Éste síndrome se presenta después de haber tenido una infección intestinal hemorrágica y ocurre en el 10% de los niños que sufren de esta infección.

 

El Presidente de Asociación Vecinos del Bajo Belgrano, Martín Saenz Valiente, y el Secretario de la asociación, Héctor Ponce de León, denunciaron ante la justicia violaciones al Código de Planeamiento Urbano por parte de algunos locales comerciales de la zona que derivó en la clausura del Supermercado “Amor” de la calle Migueletes 2128 el 21 de febrero de este año.  El motivo de la clausura fue por incumplir las normas de construcción establecidas en el código para la zona R2B que permite la construcción hasta 200 metros cuadrados mientras que el supermercado superaba los 700 metros cuadrados. Esta irregularidad determina obstrucción de tránsito y expansión de olores nauseabundos. El Dr. Ponce de León manifestó que el supermercado fue varias veces clausurado por dicho incumplimiento y sus clausuras fueron levantadas ilegalmente.

 

Por último, es importante mencionar que los vecinos denunciantes del mal accionar de los empresarios chinos han sido víctimas de amenazas e intimaciones. “A varios vecinos les pusieron la gotita en la cerradura para trabar el mecanismo e impedirles entrar a sus propias casas,  aparecieron bolsas de basura o basura tirada en la vereda y en mi caso apareció un falso anuncio de la venta de mi casa por un valor sumamente inferior al valor del mercado en un periódico chino”, explicó Banfi.

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